jueves, 21 de abril de 2011

 Ciro Castillo Rojo Los llaman "paccos" y la gente del valle del Colca tiene una fe ciega en ellos. Son personas, en general ancianos respetables de la zona, que leen el futuro a través de la hoja de coca y son ellos quienes en los últimos días han asegurado que Ciro Castillo-Rojo, desaparecido hace más de 16 días, está vivo.

 algomás
Son dos brigadas conformadas por personal del Ejército, la policía y pobladores que vienen peinando la zona por el lado de Madrigal y Tapay. Y según la policía, la búsqueda no se detendrá.
"El joven está vivo, no puede salir porque está débil, escondido en una cueva", dijeron los "pa­ccos" a Ciro Castillo-Rojo, padre del estudiante.
Fue precisamente ayer que, leyendo la hoja de coca, los "pa­ccos" dirigieron su búsqueda hacia un lugar que pudo haber recorrido Ciro.
Y al parecer no se equivocaron, porque pasando el cerro Fortaleza, muy cerca de donde encontraron a Rosario Ponce López (24), unos pobladores de Madrigal hallaron unas huellas de zapatillas.
Los "pa­ccos" creen que el joven estudiante de la Universidad Agraria La Molina caminó por una ruta peligrosa con la idea de llegar a Tapay, pero se encontró con un precipicio y no pudo avanzar más.
"Donde empieza el precipicio terminan las huellas, creemos que Ciro pudo haber caído y resultó herido", le dijeron al personal del Ejército que ayer por la tarde llegó al lugar para hoy por la mañana descender al abismo.
"Hoy más que nunca creo que mi hijo está vivo", dijo el padre de Ciro, quien además se animó a realizar el ritual de pago a la tierra para que le devuelva a su hijo.
"Yo soy muy respetuoso de la cosmovisión andina y si ellos (pa­ccos) dicen que mi hijo está vivo, es una probabilidad. Pero, además, me aferro a la idea de que Ciro está vivo porque él conocía la ruta y la hizo anteriormente, porque es un muchacho de 1,84 metros, fornido, y porque el clima ha mejorado en los últimos días", expresó.
En tanto, el jefe de la XI Dirtepol, general PNP Carlos Mateo Tueros, con un mapa en la mano, precisó que hasta el lugar donde se hallaron las huellas de zapatillas llegó una brigada del Ejército y la policía.
La idea es descender al precipicio que tendría más de mil metros de profundidad, pero ayer no pudieron hacerlo debido a que sólo contaban con sogas de 200 metros de largo cada una.
"Solo faltaría peinar esa zona (ubicada frente al Mirador del Cura, donde anteayer aterrizó en helicóptero la joven Rosario) y creemos que hoy podemos tener noticias de Ciro", dijo el oficial, quien regresó a Arequipa, pero al mando del operativo se quedó el jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE), coronel PNP Francisco Incarroca Polanco.
Los llaman "paccos" y la gente del valle del Colca tiene una fe ciega en ellos. Son personas, en general ancianos respetables de la zona, que leen el futuro a través de la hoja de coca y son ellos quienes en los últimos días han asegurado que Ciro Castillo-Rojo, desaparecido hace más de 16 días, está vivo.

 algomás
Son dos brigadas conformadas por personal del Ejército, la policía y pobladores que vienen peinando la zona por el lado de Madrigal y Tapay. Y según la policía, la búsqueda no se detendrá.
"El joven está vivo, no puede salir porque está débil, escondido en una cueva", dijeron los "pa­ccos" a Ciro Castillo-Rojo, padre del estudiante.
Fue precisamente ayer que, leyendo la hoja de coca, los "pa­ccos" dirigieron su búsqueda hacia un lugar que pudo haber recorrido Ciro.
Y al parecer no se equivocaron, porque pasando el cerro Fortaleza, muy cerca de donde encontraron a Rosario Ponce López (24), unos pobladores de Madrigal hallaron unas huellas de zapatillas.
Los "pa­ccos" creen que el joven estudiante de la Universidad Agraria La Molina caminó por una ruta peligrosa con la idea de llegar a Tapay, pero se encontró con un precipicio y no pudo avanzar más.
"Donde empieza el precipicio terminan las huellas, creemos que Ciro pudo haber caído y resultó herido", le dijeron al personal del Ejército que ayer por la tarde llegó al lugar para hoy por la mañana descender al abismo.
"Hoy más que nunca creo que mi hijo está vivo", dijo el padre de Ciro, quien además se animó a realizar el ritual de pago a la tierra para que le devuelva a su hijo.
"Yo soy muy respetuoso de la cosmovisión andina y si ellos (pa­ccos) dicen que mi hijo está vivo, es una probabilidad. Pero, además, me aferro a la idea de que Ciro está vivo porque él conocía la ruta y la hizo anteriormente, porque es un muchacho de 1,84 metros, fornido, y porque el clima ha mejorado en los últimos días", expresó.
En tanto, el jefe de la XI Dirtepol, general PNP Carlos Mateo Tueros, con un mapa en la mano, precisó que hasta el lugar donde se hallaron las huellas de zapatillas llegó una brigada del Ejército y la policía.
La idea es descender al precipicio que tendría más de mil metros de profundidad, pero ayer no pudieron hacerlo debido a que sólo contaban con sogas de 200 metros de largo cada una.
"Solo faltaría peinar esa zona (ubicada frente al Mirador del Cura, donde anteayer aterrizó en helicóptero la joven Rosario) y creemos que hoy podemos tener noticias de Ciro", dijo el oficial, quien regresó a Arequipa, pero al mando del operativo se quedó el jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE), coronel PNP Francisco Incarroca Polanco.

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