miércoles, 1 de junio de 2011

WENDY SULCA clic aqui

  Wendy Sulca

La nueva estrella peruana
Nacida para revolucionar el folklore andino

 
"Cada vez que la veo a mi mamita / me está provocando con su tetita"

Tan emotivas palabras, llenas de amor maternal, no han salido de la boca de ningún adolescente perturbado y ansioso por cometer el pecado del incesto. No hay pensamientos impuros ni lascivia en el pareado anterior. Muy al contrario, su autora no es otra que la pequeña y cándida Wendy Sulca, la nueva estrella del folklore peruano. Pero antes de seguir hablando de la dulce Wendy mejor que vean el videoclip de su primer gran éxito "La tetita", que es la mejor presentación que podemos hacer de la niña:

Supongo que se habrán quedado sin palabras, el vídeo está llamado a convertirse en un clásico de Internet. En tan sólo cuatro minutos la cinta condensa más mal rollo que todo un año de telebasura. Una perrita de peluche que baila al ritmo de "Los pajaritos"; un niño enano que lo hace al ritmo de la voz de Wendy; imágenes de mujeres andinas mezcladas con escenas de hembras bovinas y porcinas, todas ellas dando de mamar a sus crías; un delirante conjunto musical formado por arpa, bajo y percusión; la niña cantando lo rica que es su tetita mientras una voz en off hurga aún más en lo políticamente incorrecto al animar a los hombres mayores de 18 años a reconocer que ellos también gustan de estas filias sexuales que los jueces persiguen en el primer mundo... ¡Y todo esto salido de la mente de una peruanita de apenas 8 años!
Pero eso no es lo más impactante del vídeo. Hay una escena que pasa desapercibida entre tanto despropósito y que es clave para comprender todo este sinsentido. En un momento del videoclip se le ve a la niña en su dormitorio rosa mirando con ojos tristes la foto de un arpista inca. ¿Quién es ese músico al que llora nuestra querida Wendy? Ni más ni menos que su difunto padre, el señor Franklin Sulca.

Franklin y su esposa Lidia Quishpe (quien por cierto comparte apellido con otra gran estrella de la música indígena, Delfín Quishpe, aunque nos ha sido imposible confirmar el parentesco) tuvieron a finales de los noventa a una hermosa niña a la que llamaron Wendy. Era el suyo un hogar tremendamente pobre situado en una barriada de San Juan de Miraflores, provincia de Lima. El matrimonio Sulca tenía incluso dificultades para dar de comer todos los días a la criatura, una difícil experiencia que la joven artista reflejó en su triste tema "Somos pobres".
A pesar de su extrema pobreza la niña heredó el talento musical de su progenitor, que tocaba el arpa en el grupo "Los pícaros del escenario" y cuando aún no levantaba un palmo del suelo comenzó una meteórica carrera en el mundo del espectáculo que le llevó a dar su primer concierto a los seis años, su primera gira a los siete, a ganar un concurso de jóvenes talentos a los ocho y a los nueve a grabar su primer disco.
Pero no todo iban a ser alegrías en la nueva vida de nuestra querida Wendy. Hace un par de años su papá Franklin falleció en un accidente de coche, lo que supuso el más duro golpe en la vida de la pequeña. La experiencia le marcó tanto que acabó componiéndole la emotiva canción "Papito":
Aunque todos estas desgracias no han hecho más que fortalecer a la joven cantante, que sueña con ser una Sonia Morales o una Dina Paucar de la nueva generación musical peruana. Viendo la gran valía artística de la chica estoy seguro de que Wendy llegará muy lejos y de que triunfará en todo el mundo. ¡Mucha suerte, Wendy Sulca!

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